En español, "Paz romana". Idea imperialista concebida por Octavio Augusto, basada en el bienestar que proporcioniaba la protección de los dioses al Imperio romano. El deseo de paz de Augusto, originado por la saturación del poder romano y por la idea de protección y seguridad del Imperio, encontró su expresión simbólica en la consagración de altares a Pax: el propio Augusto le levantó un altar, y Vespasiano y Domiciano le consagraron un templo, en el Foro de la Paz. El concepto de Pax romana se aplica también al estado de paz y prosperidad disfrutado por el Imperio romano durante los siglos I y II d.C., debido a la aceptación de la tutela de Roma por parte de las diferentes provincias.