Producción Sátira de tintes políticos, es la más demente de las películas protagonizadas por los hermanos Marx. En ella Groucho es Rufus T. Firefly, el imposible y alegre dictador de Libertonia, que encarga a Harpo y Chico, convertidos en surrealistas espías, que averigüen los planes de su rival político, el cizañero embajador Trentino. En la época en la que se rodó la película, la Paramount atravesaba problemas internos, y los hermanos Marx estaban enfrentados a los estudios por la manera en que habían tratado sus anteriores películas. A ello hubo que añadir que Leo McCarey, a quien ellos habían elegido como director, no se mostró demasiado entusiasmado con el proyecto, y además había problemas para finalizar el guión. Los problemas se solucionaron y la película finalmente se rodó, aunque el director nunca la consideró uno de sus mejores trabajos, algo de lo que discreparon los críticos varios años después del estreno. McCarey era un director que entendía la lógica interna del humor de los Marx, así como el concepto y la situación de sus gags.